lunes, 30 de diciembre de 2013

Diálogos

Diálogos

He oído y leído por ahí que los diálogos son la parte de una novela que más teme el escritor. Yo, en mi mismidad, soy rarita hasta para esto, porque a mí es la que más me gusta y la que más disfruto. Me parece la parte más dinámica de la historia y en la que se pone en juego tu habilidad para crear una realidad mucho más directa y viva que la que se logra con la narración (en la que me defiendo un poco) y con la descripción (que sufro con auténtico dolor).

Sin embargo, y pese a que parezco yo muy ufana hablando de mis diálogos, no soy perfecta y aún tengo mucho que aprender y mejorar, por supuesto.

Hace unos días me topé con una buena clase al respecto en Cómo escribir un libro (sin morir en el intento) que, por su interés, me permito traer a Finis Terrae:

—Siéntate. Tenemos que hablar.
—¿Hablar? —preguntó A con desconfianza.
—La empresa no está pasando por sus mejores momentos —explicó B conteniendo sus emociones— y me temo que no podemos seguir contando contigo.
—¿Me despides? —preguntó visiblemente enfadado—. ¿Así de fácil? ¡Yo te ayudé a crear esta empresa! —gritó indignado.

Ahora veamos este diálogo modificado:
—Siéntate. Tenemos que hablar.
—¿Hablar? —preguntó A congelando su saludo en el aire.
—La empresa no está pasando por sus mejores momentos —explicó B sin alzar la mirada de sus papeles— y me temo que no podemos seguir contando contigo.
—¿Me despides? —exclamó y empujó su silla hacia atrás—. ¿Así de fácil? ¡Yo te ayudé a crear esta empresa! —gritó apoyando las manos en la mesa y acercando su rostro al de A.

Mucho mejor el segundo, ¿no? 

Tengo una amiga a quien le gusta escribir. Con frecuencia me pasa sus textos para que les eche un vistazo y le dé mi opinión. Y mi opinión siempre es la misma: Explicas demasiado. El lector no es tonto. Es inneceario que le des tantas explicaciones. Lo único que consigues es ralentizar el ritmo y cansar al lector, que se preguntará si crees que no es capaz de entenderte o qué. Pero parece que no consigo hacerle ver lo que quiero decir, porque persiste en su manera de escribir.  Lo cual, por otra parte, tampoco es criticable. Cada cual tiene sus gustos y su forma de escribir una historia. Yo misma, lo admito sin ambages, me paso por el otro lado: doy por entendidas muchas cosas que están en mi cabeza, pero no en la del lector, y que este se pierde, vale, seré sincera, por mi pavor a la descripción.

La cuestión es, volviendo a los diálogos de ahí arriba, que el segundo diálogo es mucho mejor porque añade la acción a la palabra. El narrador no es quien explica, es el propio personaje, con sus reacciones, quien indica al lector cuál es su estado de ánimo, cómo le han afectado las palabras de su interlocutor, qué piensa su mente de verdad, mientras habla con palabras. Soy muy amiga de dejar que el personaje se haga entender por sí mismo, en lugar de pasarle esta patata caliente (y normalmente tediosa para el lector) al narrador.

Y, sin embargo, tras estudiar estos dos ejemplos de diálogo, me veo más reflejada en el primero de ellos que en el segundo, aunque la razón es sencilla: cuando escribes, muchas ideas colapsan tu cerebro al mismo tiempo y hay que ir sacándolas antes de que se evaporen, de modo que, salvo esos días iluminados en que todo sale bien a la primera, escribes a toda velocidad, con la primera palabra que viene a tu mente, sin preocuparte por si es la mejor o no. Luego habrá tiempo para corregir. 

Y aquí llega mi problema: la corrección, porque es en esta parte donde fallo y no doy los pasos que llevan a modificar el diálogo 1 hasta conseguir el diálogo 2. Tendré que aprenderme bien esta lección y empezar a aplicarla. Y, para ello, ¿qué mejor que practicar?

viernes, 27 de diciembre de 2013

Los moradores de la noche, Manuel Alfonseca

Los moradores de la noche, Manuel Alfonseca
Anaya
131 páginas.

Ignacio Charrán es un joven periodista que recibe un importante encargo: visitar en el Congo a la doctora Wickedwhole, una reconocida zoóloga. La mujer se muestra poco colaboradora con su entrevistador, le prohíbe el acceso a parte de su casa... Pero lo más extraño sucede por las noches, cuando a la ventana de Ignacio se asoma un extraño ser al que apenas entrevé en la oscuridad. Dispuesto a averiguar lo que ocurre, decide perseguir a esa extraña figura y entra en el laboratorio prohibido. A partir de ahí, no recuerda nada y repite dos palabras una y otra vez: -¡El horror! ¡El horror!

Éste es el libro que tendrán que leer mis alumnos de 1º ESO en la 2ª evaluación. A mí me ha gustado bastante. Es una historia curiosa, que se desarrolla en tres ambientes diferentes y es narrada por tres narradores distintos, en la que el autor logra transmitir ciertas dosis de suspense y misterio. Está, además, bien escrita. De hecho, cuando comencé a leerla, me pregunté si la sintaxis (sobre todo del inicio) que utiliza el autor no sería demasiado para los alumnos de hoy en día (más aún si son de 1º ESO). Pero me decidí a elegir el libro, pese a ello (sé que a algunos les costará), porque deben acostumbrarse a leer algo cuya dificultad vaya más allá de la oración simple, monda y lironda, entrelazada de vez en cuando con alguna subordinada, y porque el libro es muy interesante. A mí, a su edad, me habría encantado. Algo más: habría conseguido hacerme viajar. Sabe meterte tan bien en la historia, que durante la lectura del libro yo habría vivido en Londres y África, en lugar de en Madrid.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Me voy

Me voy





Adiós amigos, good bye my friends.
Ciao, ciao amigos, arrivederci, aufviedersen.

¡Sonrisas!

¡Sonrisas!

-¿Por qué sonríe?
-Porque llueve.

Al mal tiempo, buena cara.

martes, 24 de diciembre de 2013

¡Feliz Navidad!

¡Feliz Navidad!



Feliz Nochebuena y feliz Navidad a los amigos y lectores de Finis Terrae.

domingo, 22 de diciembre de 2013

No apto para mujeres, P. D. James

No apto para mujeres, P. D. James

La joven Cordelia Gray se encuentra de pronto al frente de una agencia de detectives. Su socio y mentor en el oficio acaba de suicidarse, y la mayoría de sus amigos son tajantes al respecto: ése no es un trabajo apto para mujeres. Pero Cordelia está convencida de lo contrario y se empeña en demostrar que está perfectamente capacitada para llevarlo a cabo. Por eso acepta investigar la muerte -también por suicidio- del hijo de un científico de gran renombre y se traslada para ello a Cambridge, en cuya universidad había estudiado el joven durante un tiempo. En ese ambiente en apariencia desenfadado de universitarios de lujo, Cordelia habrá de descubrir poco a poco que quizá solamente a ella le interese averiguar la verdad.

Me ha gustado bastante la novela, quizá porque después de la última experiencia con P. D. James, y su La octava víctima, con No apto para mujeres se deja aparte la realidad novelada para recuperar la auténtica ficción.

En No apto para mujeres, la protagonista es alguien bastante diferente al Dalgliesh al que nos tiene acostumbrados, aunque el comisario aparece en el último capítulo de la novela para hacer de ella una ejemplo fascinante de cómo la novela detectivesca puede ser interesante hasta el punto final.

La trama es interesante, el personaje principal, Cordelia Gray, es atractivo para el lector (me he quedado con ganas de saber más sobre esta jovencita y me pregunto si P. D. James no habrá seguido con ella en alguna otra novela -lo investigaré-), el escenario en que transcurre la acción (casi todo él rural y campestre) es absolutamente delicioso y las connotaciones personales que Cordelia Gray aporta a la historia la vuelve casi real. Los lectores de naturaleza práctica la creerán fantasiosa. Yo, que soy soñadora y débil emocionalmente, me identifico perfectamente con ella.

Quiero más  Cordelia Gray. ¡Ojalá P. D. James me haya complacido!

Me gusta el café

Me gusta el café





Recuerdo un desayuno en París...

Sí, también hubo café y croissants.

sábado, 21 de diciembre de 2013

There we are...

There we are...


"That pale Blue Dot is a photograph of planet Earth taken from a record distance of 3.7 billion miles" by Voyager 1

Colores del invierno

Colores del invierno









jueves, 19 de diciembre de 2013

Hoy Belén gallináceo y pasado por agua

Hoy Belén gallináceo y pasado por agua

Voy a chafar el montaje final del Belén con estos avances, pero mi hermana mayor me pide que le envíe  fotos cada mañana (sé que le gusta ver las fotos, pero no me engaña y su interés belenístico es sobre todo para asegurarse de que la tarde anterior he estado entretenida) y, jo, ya que tengo la carpeta de fotos abierta... ¿cómo resistir la tentación de no publicar alguna fotico? 

Esta tarde hemos estado beleneando por el campo, hemos cogido un montón de hierbitas y palitos, y luego hemos montado la montaña, el río, el gallinero y alguna cosilla más. Ahí va un avance, aunque ¡me fastidia, me fastidia, me fastidia! jorobar el asunto con estos parches. ¡Qué débil soy! ;-)





Mujeres reales

Mujeres reales




María de Molina, Almudena de Arteaga

María de Molina, Almudena de Arteaga

"Sólo espero que al morir yo no terminen asesinándose entre sí, ya que el odio enraíza en sus almas"

A lo largo de toda su vida, María de Molina sufrió por amor. Primero por casarse con su sobrino, Sancho IV de Castilla, matrimonio que no fue bien visto ni por el anterior rey, Alfonso X, ni por el papa, que denegó la dispensa por lazos consanguíneos. Su viudedad y la posterior regencia a la espera de la mayoría de edad de su hijo Fernando IV, aguantando los embates de la desestabilizada política ibérica, fueron un nuevo trago para la reina. Al final de sus días presenció la muerte de su hijo y de su nuera, y protegió de nuevo como regente a su desvalido nieto, el futuro Alfonso XI, envuelto en las intrigas palaciegas castellanas y los problemas políticos. 

Esta novela narra, con la pasión y elegancia habituales de la autora, la intensa vida de María de Molina, una mujer única que en plena Edad Media gobernó tres veces a su pueblo.

Almudena de Arteaga es una autora con la que, de momento, he pasado buenos ratos. Sin embargo, creo que María de Molina es el título que menos me ha atraído de todos los que he leído de ella hasta el momento. Y no porque la figura histórica no lo merezca, todo lo contrario, sino porque algo le ha faltado al libro (aunque no sepa diagnosticar qué), que no ha logrado atraerme como lo han hecho los demás. En cualquier caso, que no se entiendan estas palabras como un rechazo absoluto. Pese a ellas, creo que el título merece ser leído.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Rainy days...

Rainy days...


Luego, además, están las amigas (gracias, amigas) y mi médico de cabecera, con quien he decidido que me voy a casar. Ese hombre es único. Tiene algo que me pone en órbita. Mi reumatóloga también es así y también me pone en órbita, pero de entre los dos... creo que casarme con la segunda sería un poco rarito, así que lo he elegido a él. 

En mi próxima consulta comenzaré la operación matrimonio orbital. Ya os enviaré las invitaciones.

You make me happy, Lindsey Ray

You make me happy, Lindsey Ray 


Desconsideración

Desconsideración

¡Paso de todo! ¡Paso! -dijo.

Y el Mundo le abrió la puerta.

martes, 17 de diciembre de 2013

Un día belenístico más animado

Un día belenístico más animado

Si ayer la cuestión belenística era un poco deprimente, hoy parece que remonta... Primeras fotos del primer diorama montado (en realidad, a medio montar): el oasis.







Stressed? Ha, ha!

Stressed? Ha, ha!


The Thief, Clive Cussler and Justin Scott

The Thief, Clive Cussler and Justin Scott

Leaving England aboard the liner Mauretania, Isaac Bell, chief investigator at the legendary Van Dorn Detective Agency, stumbles on and thwarts a kidnapping. The two victims, who have fled Europe carrying a secret invention, fear that a foreign power wishes to steal it before they can bring it to America.

Bell and the Van Dorn Agency offer to protect them.

And it isn't long before Bell is fighting skullduggery in the middle of the Atlantic en route to New York City. Then across the US, and they head for California, the deadly chase is on. Trailing them is the murderous agent known only as the "Acrobat", instructed to steal this world-changing invention - and kill anyone in his way...

Un bodrio infumable.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Me gusta comentar libros

Me gusta comentar libros

 

Éste es Ignacio. Se muere por quedar conmigo para dar una vuelta y comentar un par de libros, pero no le acepto las citas. Como sabe que no trago los tatuajes, se tapa siempre los brazos con camisas de manga larga, pero aun así no ha podido evitar que le cale.

No..., con él no habrá café.

Desesperación belenística

Desesperación belenística

Éste es mi Belén 2013 a fecha de 16 de diciembre:



Y lo peor es que estoy atascada, sin ideas y sin ganas. 

En realidad, todo estaba pensado para montarse de otra manera, pero puesto que no he llegado a donde quería, ahora todo está a la mitad y no sé qué hacer con lo que tengo. Lo he pensado todo de mil maneras distintas y ninguna me convence. Así que eso es todo lo que hay por el momento y yo lo que quiero es ponerme a leer y pasar del asunto.

La cosa va a estar imposible este año, sobre todo por el tiempo que me queda: mañana podría trabajar un poco; el miércoles, no. El jueves y el viernes, sí. Y luego ya nada hasta el 2 de enero.

Resultado del Belén 2013...: ni de risa va a estar montado antes de primavera.

En fin...

Tortuguez belenística

Tortuguez belenística

Por cuestiones diversas, el paso tortuguil de este año en menesteres belenísticos me obliga a seguir mostrando fotos que dan vergüenza. 

Bueno, al menos el enlosado ya está...




Y también está, aunque en estas fotos no se vea (porque entonces todavía no lo había hecho), el redondeado de los picos de las piedras en unos de los arcos y le he dado también la consistencia de piedra vieja. ¡Ya ya está! No he avanzado más. 

Además, el enlosado está terminado gracias a MGae, que me está empujando, empujando y sin cuya ayuda hace ya muchos días que todo esto estaría de vuelta al trastero.

También tengo, gracias a MGae, una jaima muy chula que, si consigo montar el asunto, dotará al Belén de este año de su pequeño oasis...


No hay más. En proyecto siguen unas tinajeras que se quedaron ahí colgadas (tengo las piezas hechas y les he dado consistencia de madera, pero faltan por pintar y pegar). 

¡Esto es una vergüenza! Y una desesperación.

sábado, 14 de diciembre de 2013

¡¡¡Yo era así!!!

¡¡¡Yo era así!!!

Jajajajajajajaa, sí, yo era así:


Cuando vi esta foto no pude dejar de reír. Cada noche, mi madre trataba de convencerme para que renunciara a algún muñeco y quedara un poco de espacio libre en la cama para mí, pero nunca consentí. Ellos  me protegían de los monstruos...

¡Qué tiempos!

Karma

Karma


Encargo de Caraguevo

Encargo de Caraguevo

Él no se atreve, avergonzado como está por las amistades que frecuenta, pero me pide Caraguevo que publique esta noticia y le haga un favor a su amiga Almudena Grandes. 

Pese a lo que supone publicar esta entrada en mi pobre Finis, ¿cómo negarle un favor a un amigo? ¡Imposible! Así que ahí va:



Ánimo, Finis, sé lo que la publicación de esta anotación supone para ti, pero ese esfuerzo te honra y da testimonio de tu generosidad.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Una fiesta feliz de cumpleaños

Una fiesta feliz de cumpleaños

13-12-13

Hola S. Cid. Me ha encantado pasar un mes y medio contigo y con la clase. Lo que más me ha gustado de todos nosotros ha sido el habernos podido reír juntos; y yo creo que lo hemos pasado muy bien además de estudiar. Por eso, te deseo unas felices navidades y un próspero año nuevo. Espero que nunca cambies, teacher. Siempre estaré ahí cuando necesites mi ayuda. No te defraudaré. Bueno, espero que te relajes mucho este puente y que lo disfrutes. ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Un beso y un abrazo.

E.

Te regalo una sonrisa para este día tan especial (escrito y enmarcado al final de la carta con tinta dorada y acompañado de un smiley).

E. es una de mis alumnas de 1º ESO. La tengo en lengua y en inglés. No sólo es una estudiante excelente, sino también una gran niña. Hoy cumplía 12 años y me ha traído un regalo: unos dulces navideños, un CD de villancicos tradicionales (de La Gaceta, para más señas, lo cual me da una idea sobre ciertos aspectos familiares que hacen que me caiga aún mejor) y una carta, la transcrita ahí arriba. 

Es cierto todo lo que dice: lo hemos pasado muy bien -toda la clase- (aunque no ha sido mes y medio, sino el doble: tres meses. ¡Qué diferente corre el tiempo cuando eres pequeño!). También es cierto que siempre está ahí para mí, y por eso la he nombrado mi secretaria. Hace un excelente trabajo: me lleva la agenda, me cuida la clase cuando salgo, me escribe los grupos de AC..., y, desde luego, nunca me defrauda.

Esta mañana, en lengua, estaba radiante. Buscó un momento para darme el regalito y cuando le pregunté cómo iba a celebrar su cumpleaños me contó que su madre iba a hacer una tarta y merendaría con algunas de sus amigas del cole en su casa. Pero eso fue esta mañana... Luego, por la tarde (a última hora), la vi entrar mustia. Se sentó en su sitio y sacó sus cosas, pero estaba cabizbaja y tenía los ojos llorosos. Me acerqué y le pregunté en bajito qué le pasaba. El profesor de plástica nos ha castigado, dijo. Nos ha puesto un cero a toda la clase. Y se echó a llorar. Eh, vamos -la animé-. Eso no es nada para ti. Lo levantarás sin ningún problema. Ya verás.

Comenzó la clase y ella seguía sin levantar los ojos del libro, y alguna lagrimilla se le cayó. Siempre es la primera en levantar la mano para corregir. Siempre es la primera en participar, siempre es la primera en ofrecerse a cualquier cosa, menos hoy. Yo no la forcé. Esperé a que se tranquilizara. Diez minutos después de empezar la clase, levantó la mano por primera vez. Y yo le pregunté. Luego, al poco, la volvió a levantar; y yo volví a preguntarle. Y al poco... Y después... Y luego...

Al sonar el timbre de las 4.30, la clase salió en desbandada. Mientras cerraba el ordenador y ella recogía sus cosas, le dije: Hoy lo has hecho muy bien en inglés y, ¿sabes?... -me miró interrogativamente-. Te he puesto un diez.

Así de simple:  E. se fue sonriendo y yo me aseguré de que su fiesta de cumpleaños fuera feliz de verdad.

Cosas que se leen por ahí

Cosas que se leen por ahí

1. Don't talk about horrid subjects. If one doesn't talk about a thing, it has never happened. It is simple expression, as Harry says, that gives reality to things.

2. A man who is master of himself can end a sorrow as easily as he can invent a pleasure. I don't want at the mercy of my emotions. I want to use them, to enjoy them and to dominate them.

3. I cannot help feeling that it is a mistake to think that the passion one feels in creation is ever really shown in the work one creates.  Art is always more abstract than we fancy. [...] It often seems to me that art conceals the artist far more completely than it ever reveals him.

(Sí, ésta era otra anotación postergada al olvido en el Borrador. Hoy la resucito).

It'sssssssss FRIDAY!!!!!

It'sssssssss   FRIDAY!!!!!


Incluso aunque sea 13.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Cuentos del viejo Nueva York, Washington Irving

Cuentos del viejo Nueva York, Washington Irving

Los Cuentos del viejo Nueva York de Washington Irving derrochan magia, encanto, imaginación, fantasía, ingenio y amor a a una naturaleza y a unas gentes salvajes y fabulosas. Por sus páginas desfilan duendes, fantasmas, tesoros enterrados, demonios, legendarios piratas, jinetes sin cabeza..., seres fantásticos, en definitiva, que la imaginación popular ha convertido en auténticas leyendas.

Dos de sus relatos, Rip Van Winkle, inspirado en la leyenda de Los siete durmientes de Éfeso, y Sleepy Hollow, ambientados en los días en que Nueva York era todavía colonia holandesa, han pasado a formar parte de la mitología de los legendarios colonizadores de Manhattan y se han convertido en clásicos de la literatura estadounidense y universal.

No está mal. Es todo lo que puedo decir. Quizá es que este libro lo he leído a saltos (179 páginas me han llevado todo un mes) y por ello la idea general que me hago es intermitente e incompleta, pero creo que esperaba más. El conocimiento que tenía de Washington Irving se reducía a sus Cuentos de la Alhambra, que leí cuando era muuuuuy pequeña y que me dejaron un recuerdo dulcísimo (por cierto que, habrá que ver si retomo con cierta seriedad el asunto del Club de Lectura de Finis Terrae, es una de las lecturas que tenía en mente proponer. Veremos...). Quizá por ello, -las comparaciones son odiosas, lo sé, pero a veces es inevitable hacerlas, Cuentos del viejo Nueva York no ha logrado encandilarme.

Belén 2013

Belén 2011