viernes, 10 de febrero de 2012

Lector electrónico

Lector electrónico

Hace ya unos días que anuncié la anhelada llegada de mi lector electrónico, libuk para los amigos, gracias a la imaginación de Caraguevo, que cayó entre sus brazos bastante antes que yo y que, desde entonces, ha hecho todo lo posible, poniéndome una zanahoria en las narices para que fuera detrás de ella, a fin de que ocurriera lo que finalmente, como digo ahí arriba, ha ocurrido: que por fin tuviera mi libuk.

Lo estrené nada más recibirlo con la novela La abadía de los crímenes, de Antonio Gómez Rufo, y ya tengo alguna idea al respecto que puedo comentar.

1ª. Se lee muy bien en el libuk, que, además, es muy liviano y, por tanto, mucho más fácil de mantener en las manos (muchas veces en una sola mano) mientras se lee.
2ª. El manejo del aparato es tan sencillo que no hace falta ni aprender a utilizarlo: las instrucciones de uso deben, pues, de venir implantadas en nuestro ADN.
3º. Aún no he puesto a prueba su capacidad, pero creo que cabe un buen montón de libros, lo cual lo hace ideal para viajes y vacaciones.
4º. Eso sí, da una cierta sensación de fragilidad que a veces incomoda la lectura (¡Ay...!, ¿y si se me cae?). No obstante, esto es fácil de resolver: existen fundas apropiadas para cada modelo que lo protegerán de golpes y caídas inesperadas. Ahora bien, si uno no tiene un sobrino avispado capaz de darle buenos consejos, puede que se gaste una pasta en la funda del aparatejo, pues las que he visto en Amazon son un poco caras... Sin embargo, como digo ahí arriba, si se cuenta con un sobrinaje adecuado,  llegar a la página de DealExtreme y hacerse con una funda tan maja como ésa de ahí abajo por menos de 10 dólares (8 euros y pico) y con free shipping, (o, dicho en román paladino, sin que te cobren  gastos de envío) es tan fácil como comerse una piruleta. Ésta tan maja es la que he elegido para mi Kindle 4 y ya está en camino: 




5. Una desventaja del lector electrónico con la que me he topado ya en mi primera lectura es la maquetación del libro: si no es buena, la lectura se ve interrumpida constantemente por aditivos que quedan muy monos (y en algún caso son necesarios) en un libro de lectura convencional, pero que son totalmente accesorios en este caso. Por ejemplo, uno de los aditivos a los que me refiero es la paginación, imprescindible en la versión de papel, pero no en la electrónica. Recuerdo que uno de los comentarios que hizo Caraguevo al respecto fue que eso (su inexistencia) impide saber por dónde vas en el libro. En el caso de mi Kindle, en la parte inferior va marcando el tanto por ciento de novela que llevo leído, de modo que las páginas son accesorias en el libuk y así evitas encontrar el texto en tu lectura como sigue: La luna pendía como la esquiria de un hueso grisáceo en el este, pero Julia Página 124 permaneció en la playa... Hace poco, informándome de cómo maquetar un texto para hacer de él un libro electrónico, me encontré con el consejo siguiente: Y recuerda, ¡no lo pagines! Entonces me pregunté por qué; ahora conozco la razón.

Otro de los aditivos es el encabezado: no se deben poner encabezados en las páginas. Quedan muy bien en PDF, pero cuando se lee en el libuk, uno se los encuentra en cualquier parte (arriba, en el medio o abajo, a la izquierda, a la derecha o centrado, en mitad de un párrafo o de un diálogo) mientras lee. Un pestiño y una molestia a la que una se acostumbra, pero que se puede evitar fácilmente.

6. Y, por último, otro aspecto del libro electrónico es lo muy barato que sale leer... De momento las editoriales continúan vendiendo libros electrónicos a precios altos, pero lo hacen así por una estúpida ley que les obliga. Sin embargo, hay otros modos de hacerse con un buen puñado de libros electrónicos a precios irrisorios... No, no estoy hablando del pirateo (mal pensados): hay autores que han decidido sacar sus títulos a un euro o euro y pico (e incluso por céntimos), lo cual es bastante atractivo, ¿verdad? Y, por otra parte, hay muchos lugares en internet donde tienes acceso gratuito (y legal) a cientos de títulos, como por ejemplo en el apartado de Libros gratuitos de Amazon.

Éste es el último que me he bajado yo:

Cuentos para niños del padre Luis Coloma
Y eso es todo lo que puedo decir con respecto al libro electrónico..., al menos de momento.

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No, eso no es todo, hay un añadido posterior:

7. Como bien dice Caraguevo en su comentario a esta entrada, el hecho de no ver la portada cada vez que tomas el libro para leerlo, hace que no la guardes en la memoria y puedas re-comprarlo, pasado un tiempo en que el olvido haya hecho su trabajo, y, por tanto, repitas título.

8. Otra idea que se me escapó comentar, es la referida a las notas a pie de página. Algo habrá que inventar, porque es realmente fastidioso no tenerlas a mano cuando las necesitas. En un libro de papel, encuentras la nota y la buscas, bien en la parte inferior de la página, bien al final de libro, y la lees de inmediato. En el libro electrónico, sin embargo, no hay forma de encontrarla hasta que te topas con ella, al acabar el capítulo, por ejemplo, para cuando ya has olvidado a qué hacía referencia, en especial si en ese capítulo ha habido varias notas.

5 comentarios:

caraguevo dijo...

Me alegro un montón que hayas pecado, ja, ja.
Me debí explicar mal cuando hablé de las páginas en un libuk, en un libro ves el marcapáginas o lo tienes abierto y sabes físicamente si te falta mucho o poco para el final, eso en un libuk no hay manera de intuirlo porque lo coges igual en la tercera página que en la penúltima, tenga el libro 180 o 675.
Eso sí, en el mío me aparece abajo que estoy en la 245 de 680.
Y otro tema es el recuerdo del libro, uno de papel que has estado leyendo 6 o 17 días lo recuerdas mejor porque tienes presente la portada, que la ves 2 veces como mínimo cada día. Esa vista continua de la portada se pierde en el libuk.
Y no me enrollo más.
Bienvenida de nuevo. ¡Ahora a por el iPad! Ja ,ja
Un saludo

caraguevo dijo...

Y agradesío por la cita, literaria, se entiende.

S. Cid dijo...

Carguevo: :-)) yo también me alegro un montón de tener este cacharro que, me olvidé de decir, debo a la generosidad de mi hermana la 3ª, pues suyo ha sido el regalo (dicho queda para la posteridad).

Lo de la portada es cierto, de hecho voy a hacer ahora mismo un añadido a la entrada con ésa y otra idea que el otro día se me escapó al redactar.

En cuanto a lo del iPad..., ya vi tu nuevo juguetito, ya (aunque sea un obstáculo para tus charlas mañaneras con el famoso Javi), pero de momento no vendrá ningún iPad por aquí. El futuro..., Dios dirá.

Y respecto de la cita (literaria, sí, se entiende), de nada, de nada, lector compulsivo y proveedor favorito ;-)

Saludos sabatinos.

Ana Laura dijo...

Estoy deseando poder comprarme un e-book hace tiempo, tengo cientos de novelas en formato digital que apenas he podido empezar a leer porque hacerlo en la computadora me cansa mucho. El tema es que por aquí todavía son muy caros y siempre hay otras prioridades que atender :(

No importa, ¡ya me llegará la hora!! Mientras tanto, leo tus loas :)

Saludos!

S. Cid dijo...

Ana: Es una chulada. Yo quería uno también desde hace tiempo y, al final, llegó. Cuando te llegue, ya verás cómo te gusta.

Saludos.

Belén 2013

Belén 2011