jueves, 27 de agosto de 2009

Frunces cutáneos

Frunces cutáneos


¡Aaaaahhh, qué relax! Sin duda la ducha es siempre una bendición de los dioses, pero nunca lo es tanto como en verano. Frota bien con la toalla y ahora… a hidratar. Ups, ¿qué es eso? La imagen reflejada en el espejo le ha mostrado algo… ¡No puede ser! Entorna los ojos para enfocar mejor. El aullido de espanto ha debido de oírse en los antípodas. ¡¡¡Qué es ESO!!! Acerca la nariz al espejo y observa el escote con detenimiento. Sí, no hay duda. El maldito espejo no engaña. Son…

–Chissssttttt.

–¿Qué?

–¿Quieres callarte? ¿Por qué tienes que ser siempre tan sincera?

–¿Eh?

–¡Que cierres el pico! Hala, tú siempre venga a hablar, venga a hablar. No cierras la boca ni debajo del agua.

–Pero…

–¿Pero qué?

–Es que son…

–¡¡¡Chissssstttt!!!!

–Pero es que son arrug…

–¡¡¡Chiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisssssssssssssssssssssstttttttttttttt!!!!, te digo. Son frunces en la piel y basta.

–¿?

–Rizos, remangos, plisados… Hay tantas maneras de decirlo… que ¿por qué, por qué, por qué demonios pronunciar la palabra prohibida? Hala, muérdete la lengua y vete a buscar una crema extensora.

2 comentarios:

Guido Finzi dijo...

Para eso es bueno echarte, por las noches antes de acostarte, un poco de aceite de jojoba. Dicen....

S. Cid dijo...

Jajajaja..., gracias por la sugerencia, Guido. Se lo diré a la interesada porque... no vayas a pesar que ahí arriba se habla de mí ;-)

Saludos.

S. Cid

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