martes, 30 de junio de 2009

99.1

99.1

El lector no se equivoca si imagina que esos números indican una frecuencia de radio. Lo es: 99.1 de la FM es la frecuencia en la que emitirá, a partir de septiembre, el nuevo proyecto ideado por Federico Jiménez Losantos (¡Oh, Dios mío, perdón por mentar al mayor de los demonios!) y sus amigos: César Vidal y Luis Herrero, entre otros. Con ella nace una emisora que al principio las va a pasar canutas, a pesar de que a los mandos están estas figuras radiofónicas con tanto tirón, y muere otra, la COPE, que ha optado por el suicidio, supongo que por razones que no incumben al normal de los mortales, como yo, pero que mucho tienen de conveniencia y, quizá, de sumisión política. A saber… Por algo dicen que los caminos del Señor son inescrutables, aunque me da que poco tiene que ver aquí el Señor y mucho, sin embargo, sus prelados; de modo que mejor nos quedaremos con aquello de “doctores tiene la Iglesia”…

Esos doctores sabrán por qué han querido mandar su emisora camino de las profundidades ignotas donde hará coro a Radio María en su rezo del rosario, ya que sin duda para esto va a quedar la COPE y poco más. Lo siento, Ignacio Villa; lo siento, Cristina López –perdón por no escribir el Sligting ese, pero no sé cómo deletrearlo–, pero habéis apostado al caballo perdedor –me da que sobre todo el primero–. Sí…, el que dice que ahí “lo contamos todo”. Para mí que has metido la pataza hasta la ingle, Nacho Villa. Crees haberte quedado con el Goliat radiofónico (el que más difusión alcanza, sin duda –por el momento–, pero al que los doctores, esos de ahí arriba, le han casi firmado el acta de defunción) y no te das cuenta (¡tú, que trabajas nada más y nada menos que para la COPE!) que fue David el que venció.

Al principio la cobertura de esRadio será muy reducida: sólo se podrá escuchar en Madrid, a través del título que hoy encabeza este artículo, y por Internet. A su debido tiempo, pondremos en este blog un enlace hacia la emisora con el que aportaremos nuestro granito de arena para que algunas de las voces más libres de la radio española puedan continuar hablando. Será un granito de arena minúsculo, quizá el más diminuto del ciberespacio, pero formará parte de ese gran montón de granos que le salen a los políticos y medios amigos (sólo por el escozor que le va a producir a algunos de los contertulios de La Noria merece la pena) cada vez que FJL, César Vidal o Luis Herrero abren la boca. Mientras tanto…, siempre nos quedará Carlos Herrera.

lunes, 29 de junio de 2009

Purgatorius

Purgatorius

Purgatorius es el nombre que se da al primer primate fósil conocido y lo recibe por el lugar donde fue encontrado…

Bonita introducción a mi artículo de hoy que, sin embargo, no trata de este pequeño mamífero placentario. Lo traigo a colación debido a su nombre, que me viene muy bien para, con un tirabuzón léxico, dar un salto y plantarme en la palabra purgatorio. Pero, no…, no es que mi ánimo albergue hoy ninguna emoción luctuosa que vaya a llevarnos hasta el lugar donde se purifican las almas en espera de alcanzar la gloria. El purgatorio del que quiero hablar es el de los blogs cuyo aliento ha dejado de animarlos (bella metáfora que se me acaba de ocurrir).

Y es que la Red es una entidad viva, sin lugar a dudas: se modifica a cada milésima de segundo, avanza, a veces retrocede, crece constantemente y… en ocasiones mengua. Sí, disminuye cada vez que fallece un blog o fenece una web. Porque estos… mueren, por supuesto. Con frecuencia el azar o la búsqueda dirigida nos llevan a enlaces que ya no existen. Unas veces los encontramos vacíos; otras, con una pequeña despedida de su creador y, en ocasiones…, simplemente vemos una entrada escrita hace meses y allí abandonada. Es el caso de un blog con el que me topé hace tiempo. No es una bitácora especial que merezca ser recomendada necesariamente. Probablemente, si lo hiciera, la mayoría de los visitantes dirigidos hasta allí por mi recomendación se sentirían defraudados. No obstante, a mí me atrae muchísimo. Aparentemente es un blog como tantos otros y, sin embargo, en él respiro una melancolía que me cautiva. Muchas veces, desde que lo descubrí, me he preguntado quién está detrás de esas letras que releo una y otra vez sin cansarme. Y digo releo porque su última entrada data del 10 de abril y, desde entonces, nada nuevo ha ofrecido al lector que pasea por sus páginas. Suelo visitarlo un par de veces por semana con la esperanza de que su autora le haya dado nueva vida, pero mis intentos han sido baldíos: es un blog muerto que no se ha despedido del mundo, una nave espacial que vaga sola por el vacío del espacio interestelar y con la cual un día me topé.

Afortunadamente, aquí estamos vivos y seguimos en nuestro segundo mes de vida, con ganas de llenar páginas y páginas. Y aun si algún día fenecemos, por aburrimiento o apatía, seguiremos ofreciendo estas letras a todo aquel nuevo lector que pase por aquí. Es lo bueno de la escritura: que permanece, como esa última entrada del 10 de abril.

domingo, 28 de junio de 2009

Concursos y premios...

Concursos y premios…

Querida Flavia:

Ahí a la derecha, debajo de “Usuarios en línea”, tienes la prueba de que he accedido a tu exhortación y he inscrito este pobre blog en el concurso del periódico 20 minutos.

Sabes bien lo que pienso de los certámenes, sean del tipo que sean, y también cuánto me cuesta someter mis criaturas a cualquier tipo de competición, ¿pero qué podía hacer? Tú me lo pediste y yo te complazco siempre que puedo. Sabes de sobra por qué, pero…, además…, en este caso…, ¿cómo no hacerlo? ¿Cómo no acceder a la petición de la única seguidora, fiel y constante, que tengo en este blog?

Ya está hecho, pues. Por ti.

Besos y saludos.

S. Cid

sábado, 27 de junio de 2009

El universo paradójico

El universo paradójico

En el universo fluyen tantas y tan variadas paradojas que las almas encendidas y las mentes sutiles no pueden sino dejarse inundar por el asombro. Resulta paradójico, por ejemplo, que Sócrates, al que se considera padre de la filosofía y que tanto ha dado de qué hablar, no dejara escrita de su puño y letra ni una sola palabra. Paradójicas son, desde nuestra concepción finita del mundo, las singularidades matemáticas que nos regala el mundo del infinito. Paradójico es también, desde un punto de vista más mundano, el caso de Michael Jackson*: un negro que ahora es blanco. Y, por fin, más cercanos a nuestra España, encontramos ejemplos que apresan nuestro asombro. A saber, y de forma muy poco exhaustiva: no deja de resultar paradójico que se esgrima el pretexto de la crisis económica para justificar la retirada de los escoltas a Mariano Rajoy, cuando viaja al extranjero, mientras Zapatero desenfunda la chequera y le suelta 250 millones de euros a no sé qué país que nada en petróleo, o Viviana Aído se gasta un millón y medio de euros en habilitar un teléfono donde los varones violentos puedan descargar su agresividad y alcanzar el estado bibiano de la nueva masculinidad aídica.

Aunque, sin duda, la mayor paradoja de todas es el propio ser humano. Si no…, ¿de qué otra forma podría explicarse el hecho de que un ser que se califica a sí mismo de sapiens sapiens persista en su error y vote en dos ocasiones a una sonrisa vacua que nos conduce al abismo?


*No paradójico, sino casual, en este caso, es el hecho de que escribiera este articulito el martes pasado con la intención de publicarlo hoy, sábado, y en el ínterin… muriera el llamado Rey del pop. Siento la mención, quizá inapropiada, en estos momentos de luto mundial, pero no modifico mi texto. Eso sí: deseo para él el eterno descanso.

jueves, 25 de junio de 2009

Wyrm

Wyrm (Mark Fabi)

Novela de ciencia ficción, aunque situada no en un mundo futurible, sino en los últimos meses del siglo XX. Aprovecha el fin del milenio para, basándose en el miedo que supuso esta fecha con respecto al mundo de los ordenadores, desarrollar una historia fantástica en la que un gusano, que no es sino la Bestia, va infectando los ordenadores de todo el planeta, hasta hacerse casi con el pleno control del orbe informático, y contra el cual sólo hay un medio de luchar (y he aquí donde radica, quizá, la mayor originalidad de la novela): un juego de rol con el que acabarán venciendo a Satán. Se trata, pues, de una historia en la que se mezclan dos mundo: el verdadero, protagonizado por un ingeniero informático y unos cuantos personajes secundarios más que se convierten en héroes fantásticos cuando, a través de los ordenadores, se introducen en ese otro mundo fabuloso que es el juego de rol donde han de vencer a la Bestia.

miércoles, 24 de junio de 2009

Gratitud

La gratitud es un producto de la cultura; no es fácil hallarla entre la gente basta. SAMUEL JOHNSON.

lunes, 22 de junio de 2009

Un jour ensoleillé III

Un jour ensoleillé III

· Vuelta a casa… El tráfico va bien. ¡A buenas horas, mangas verdes! En casa me derrumbo en un sillón. Cojo el periódico… ¿Lo ojeo o me doy aire con él? Va…, venga, un vistacillo:

§ González-Sinde le suelta 2,1 millones del ala a asociaciones como la Junta Islámica, el Festival Cinematográfico El Ojo Cojo (juro que estoy copiando del periódico y que tal nombrecito no ha salido de mi magín), la Fundación Largo Caballero (¡cómo no!) y la UGT (¿será por esto por lo que todos los martes le hacen una huelga a Esperanza Aguirre en Telemadrid y todavía no le han hecho ninguna a Zapatero…?).

§ Aborto: los obispos, Celia Villalobos, el PSOE… Aquí habla todo el mundo. Yo miro un esquemita que presenta el periódico sobre el desarrollo del feto: a las 8 semanas mide 1,6 cm., pesa 1 gr., realiza los primeros movimientos, se forman los huesos y cartílagos, son distinguibles el sistema digestivo, la boca, los ojos (¿cojos?, ¡ah!, no, a ésos es a los que les sueltan 2,1 millones de euritos; a estos otros los abortan). En fin…

§ Alcalde de Pinto: “La subida de la gasolina me da igual, tengo coche oficial, el resto que se joda” (esta vez, el taco no es mío). ¡Qué guay! Pinto: bonito pueblo de la geografía madrileña y famoso por su recurrente aparición antes y después de Valdemoro en la popular locución: “Ahora estoy en Pinto; ahora, en Valdemoro. Ahora estoy en Pinto; ahora, en Valdemoro…” ¿Y el alcalde de Pinto dónde está? En su coche oficial, naturalmente. Impuestos, impuestos, impuestos… Me cagüen… Que no, que no…, que tú eres una chica fina… Lo soy, pero…, de todas formas…, me cagüen tó (hala, con tilde porque me da la gana).

§ Por fin algo diferente: “Millenium 3 vende 200.000 ejemplares en el primer día”. ¡Quién fuera Larsson! (por lo de las ventas, claro, no por lo del ataque cardíaco).

Se acabó… ¡Fuera periódico! Voy a mi diván (es decir, a mi blog) a relajarme y a contarlo todo. Aquí se está muy a gusto… El de Pinto no va a circular por aquí, ni el ingeniero de la NASA, ni Celia Villalobos, ni González-Sinde y, además, los de la UGT no me pueden hacer huelga. En verdad…, en mi blog… siempre lucen les jours ensoilellés.

domingo, 21 de junio de 2009

Un jour ensoleillé II

Un jour ensoleillé II

· Ya estoy casi, casi…, sí, sí, casi en la M-30. Vamos…, chiquitines…, moveos un poco. Llevo 20 minutos aquí parada. El sol cae de lleno sobre la ventanilla del conductor. Se me está cociendo el brazo izquierdo… ¡Me voy a poner como un cangrejo! Ahí veo la incorporación a la M-30 y el desvío hacia Méndez Álvaro. Esta vez no hay duda: a la porra la M-30: volantazo a la derecha (a medio kilómetro por hora no es un volantazo peligroso). Visto lo visto…, probaré a meterme por la ciudad.

· Venga, tío, un poco de carácter, por favor, que se va a cerrar el semáforo… ¡Hey, qué bien! ¡Pasé, pasé…! :-). Madrid está mucho mejor que sus carreteras. En un periquete me planto en la salida de la A-3. Vamos, un poco de ánimo. Once kilómetros más y habré alcanzado mi meta. Carril de la izquierda y a todo trapo.

· Llegué… Son las 4 y 20… Me disculpo: la carretera, atasco, bla, bla, bla… El tío me mira con cara impasible. Le sonrío. No da resultado. ¿Tal vez si me arrastro por el suelo del taller…? Vale, lo cogen. Estará listo a las 7 de la tarde. ¿¿¿A las 7??? Miro el reloj de nuevo. No se ha movido un segundo: las 4 y 20. Vamos, vamos…, contrólate… Piensa que te educaron bien… No te acuerdes de sus muertos… Vale, no me acuerdo de nadie. Necesito un bar… Un bar con aire acondicionado y una coca-cola helada. Ahí está… El tío debe de ser de Segovia, porque el bar se llama El Acueducto… ¿Y qué me importa eso? ¡Coca-cola, coca-cola…, por favor!

· 5:30. Suena el móvil. El coche ya está. ¡Bien, bien, bien! Al final ha sido sólo una horita. Voy para allá rauda y veloz cual gacela. La chica de la oficina me sonríe mientras me pone la factura delante de las narices. Va punteando con un boli cada una de las cositas que me han hecho: filtro del aire acondicionado, aceite del motor, aceite de no sé qué, bla, bla… y… “éste es el impuesto por reciclaje del aceite usado…” Impuesto por tener macetas en las ventanas, impuesto por el agua que las canales vierten sobre tu finca en tu casa de campo. Impuestos, impuestos, impuestos… Vale, venga, el mundo es así, sigamos: último punteo de la niña de la oficina: mano de obra: 55 € la hora más el IVA… ¿¿¿Sesenta y cuántos euros por mano de obra??? ¡Joder! (permítaseme de nuevo el taco). ¿Pero qué tengo yo? ¿Un humilde Kia o un transbordador espacial? Con estos honorarios…, me lo tiene que haber revisado, por lo menos, por lo menos…, un ingeniero de la NASA.

Y de nuevo: continuará…

sábado, 20 de junio de 2009

Un jour ensoleillé I

Un jour ensoleillé I

Dice Lázaro Carreter que la expresión “un día soleado” es un galicismo tomado de un jour soleilleux o ensoleillé, lo cual en franchute quiere decir que es un día en el que brilla el sol. Como ayer en Madrid… ¡Qué día más ensoleillé que tuvimos! Me refiero, naturalmente, al aspecto que mostraba el cielo…, con esos cuarenta grados cayendo sobre mí en la ratonera de la M-30, porque en todo lo demás, el día se mostró más bien negro, negro…, pero negro renegrío. Lo narro por puntos:

A las 3:30 tenía hora en el taller para la revisión de los 45.000 km. Salí un poco justa, bien es verdad, pero jamás pensé que los hados se conjurarían tan cruelmente contra mí…

· La A-42 está a tope. ¿Qué hace toda esta gente aquí, hirviendo en sus coches? Parón repentino. Cola que aparenta ser larga, larga… Ambulancia que viene pitando. Todos nos apretujamos como podemos para dejarle pasar. ¿Qué hago?, dudo… ¿Tomo la M-45? ¿Sí? ¿No? ¿Sí? ¿No?... Buah, ya se me ha pasado la salida. Vale…, todavía me quedan opciones…

· Mucho rato después… De lejos oteo la salida hacia la M-40. Parece que hay atasquillo… No veo bien… ¿Lo hay o no? De nuevo la duda: Hummm…, pienso, ¿sigo hasta Santa María de la Cabeza y tomo la M-30 o me desvío por la M-40? Hummmm, de nuevo, aunque no lo parezca, pienso: la M-30 estará a reventar. Mejor tomo aquí la M-40 y salgo a la M-30 por Méndez Álvaro, así me ahorro un buen trecho de Calle 30, como la ha hecho llamar ahora el cursi de nuestro alcalde.

· Decisión equivocada: la M-40 es un infierno… Son las 3:35. Ya me retraso 5 minutos y… todavía estoy tan lejos… Hala…, no te distraigas… Hay que cambiar de carril. Tic, tic, tic, tic… El intermitente parpadea, pero aquí no hay nadie amable. Vale, entonces por las bravas: burrrrummmm, acelerón y me cuelo. Aún queda otro carril… Tic, tic, tic… Esta vez lo tengo más fácil. Uppsss, parón de nuevo. Cola eterna en el desvío hacia la M-30. ¡Joder! (permítaseme un taco). Golpeo con las manos en el volante. Vamos, vamos… Las 3:45. Buah…, veremos si al final me cogen el coche… El tío de la furgoneta de al lado me mira comprensivo… ¡Me ha pillado! Disimulo como si estuviera cantando. Lo miro de reojillo… Él también habla solo.

Y como dicen en las teleseries: Continuará.

viernes, 19 de junio de 2009

Eduardo Puelles

Eduardo Puelles

Mañana, todos se habrán olvidado de ti. Yo, también… Por eso, para expiar mi futuro yerro, te traigo hasta aquí. Tu nombre viajará en estas líneas mientras este blog viva.

Caos

Caos


“En primer lugar existió, realmente, el Caos…” Caos es el primero de los dioses para Hesíodo. La especie humana, no obstante, ha caminado mucho desde aquellos tiempos y ahora utilizamos esta palabra para referirnos a la maraña química que “precedió a la ordenación del mundo” (María Moliner). Por cierto, ¿nunca te has preguntado, lector esporádico que paseas por aquí, dónde estaban entonces los átomos que te componen ahora? Yo sí, pero yo estoy un poco p’allá, de modo que si no lo has hecho, no te incomodes contigo mismo: no eres raro. Sigo con mi asunto: poco a poco, esa madeja alquímica fue disponiéndose con orden y belleza de acuerdo con unas leyes muy concretas que las matemáticas nos ayudaron a descubrir y…, luego, el hombre aprovechó la palabrita de marras y se inventó el adjetivo caótico… Pues bien, así está siendo mi semana: caótica.


¿Todo este preámbulo para descubrir eso? Pues sí…, ya ves…, yo soy así: pelmaza por naturaleza. La cuestión es que estos últimos días no he tenido… Bueno…, vale, vale…, casi no he tenido ni un segundo de respiro. En realidad en dos días me he metido para el coleto un preciosísimo libro titulado Más allá del mar de hielo –que comentaré en otra ocasión–, pero también he trabajado mucho y mi tiempo se ha visto reducido a un mínimo tal que me he visto obligada a abandonar durante unos días el blog.


Lo cierto es que no tendría por qué haber ocurrido así, puesto que en mi ordenador tengo almacenados articulitos suficientes para haber llenado la semana con ellos y aún habrían sobrado. El problema es que no fui precavida y no programé el blog para que los fuera publicando según los parámetros que le hubiera marcado. Es que…, de verdad, Más allá del mar de hielo es un libro absorbente y, para fortuna mía, todavía quedan dos partes más que me están esperando y me llaman, me llaman, me llaman… ¡Pero, no! Terminaré antes este caótico escrito y luego me daré con voracidad a la lectura., pasión desenfrenada que me consume… ¡Caray!, cualquiera diría que estoy hablando de leer un libro…


Uf, me voy, antes de que empiece a desbarrar de verdad. ¡Pero volveré!, así que… apriétense los machos. ;-)

domingo, 14 de junio de 2009

La verdadera

La verdadera (Saul Bellow)

Leí una obra de este autor hace muchos años, en la facultad: Las aventuras de Augie March, tercera de sus novelas y con la que obtuvo el Nacional Book Award en 1953. Veintitrés años después, en 1976, Saul Bellow sería galardonado con el Premio Nobel de Literatura.

En cuanto a La verdadera…, desde luego muestra una buena prosa, diálogos ágiles y un argumento curioso: Harry Trellman ha estado enamorado de Amy toda la vida, pero jamás se ha atrevido a decirle una sola palabra al respecto. Será un nonagenario millonario, Adletsky, quien, aprovechando un curioso momento en la vida de Amy: la exhumación del cadáver de su ex marido, logrará reunir a estos dos tortolitos en tan insólito acto para que, por fin, Harry disponga de la oportunidad que nunca antes tuvo y le declare su amor.

Novelita muy corta que se lee en un pispas y que, si no recomiendo especialmente, tampoco denuesto.

viernes, 12 de junio de 2009

Adversidad

Adversidad

Saber sufrir y tener
el alma recia y curtida
es lo que importa saber;
la ciencia del padecer,
es la ciencia de la vida.
JOSÉ MARÍA PEMÁN

jueves, 11 de junio de 2009

Vampi-blog

Vampi-blog

¡Qué nombre tan ridículo!, pero, en realidad, así debería haber llamado a esta bitácora que me está chupando la sangre desde que la abrí y se ha interpuesto entre el resto de mis proyectos y yo. Esta hidrópica pasión ha desvelado mis noches y, cual Saturno, engulle todo mi tiempo y me absorbe la mente hasta límites que no llegué a sospechar. Supongo que será la fascinación que siempre excita la novedad lo que me seduce tanto (vamos, que estoy como un niño con zapatos nuevos), pero me tiene totalmente esclava de su ser desde que lo comencé.

Hace dos semanas que dejé colgados, en espera que seguro suponían breve, mis otros quehaceres vocacionales –que no mis obligaciones laborales– y ya me reconcome el abandono en el que los tengo. En especial, el conato de novela (venga…, reíd, reíd, malditos) que estoy intentando pergeñar. Dos semanas ha (¡cuán bello me expreso!) que no la toco y sólo el pensarlo (no digo ya el escribirlo) me hace subir los colores a la cara. Lo peor es que, si retraso mucho más tiempo mi vuelta a ella, me costará un mundo retomar el hilo.

Hace tiempo, pues, que no hago sino garabatear palabras con las que engorda este blog. Hace dos semanas que no toco mi atisbo de novela. Hace días que no voy a nadar. Y hace un mes que mi ritmo de lectura se ha ralentizado tanto que parezco un caracol… ¡Y todo por ti, blog absorbente!

¡Ay, mísera de mí, /cuán infelice me siento! /y, sin alcanzar los cielos, /vivo sin vivir de ti, blog inhumano, /y muero de remordimiento!

¡Toma ensalada mixta!

Saludos y hasta la próxima.

miércoles, 10 de junio de 2009

Igual-da III

Igual-da III

Desde luego, (doña ) Bibiana Aído es un filón para este blog.

Oigo en la radio esta mañana que el texto propuesto en Selectividad para comentar en la prueba de Lengua Española en Cataluña ha sido escrito (¿?) por tan insigne ministra… La que pedía a la Academia que aceptara el “término” miembra. ¿Recuerdan?

Visto el nivel que gasta la PAU, no me entenderán todos aquellos que se han examinado con ese texto si me permito utilizar el tópico del ubi sunt y llamar, entre las tinieblas del más allá, a Cervantes, Lope, Calderón y tantos otros, o, entre las tinieblas del más allá, también, pero un poco más acá, a Baroja, Valle-Inclán, Azorín…

¡Qué va! Ahora con Bibiana Aído vas que chutas.

Hala, vayan todas las “miembras” a “ponerse tetas”.

martes, 9 de junio de 2009

Cosas de la economía...

Cosas de la economía…

Un compañero me mandó este texto el otro día por correo electrónico. Me reí tanto que quiero traerlo al blog para que quien se pasee por aquí también pase un buen rato. Siento no poder mencionar ni el autor ni la fuente de la que procede porque los desconozco. Ahí va:

En agosto, en una pequeña ciudad de costa, en plena temporada, cae una lluvia torrencial. Hace varios días que la ciudad parece desierta. Todos tienen deudas y viven a base de créditos. Por fortuna, llega un ruso forrado y entra en un pequeño hotel con encanto y pide una habitación. Pone un billete de 100€ sobre el mostrador del recepcionista y se va a ver las habitaciones.

• El jefe del hotel coge el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
• El carnicero coge el billete de 100€ y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
• Éste se da prisa en pagar lo que le debe al proveedor de pienso para animales.
• El del pienso coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.
• La prostituta toma el billete y sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado.

En ese momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, coge el billete de 100€ y se va de la ciudad.

Nadie ha ganado un duro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira al futuro con confianza.

Moraleja: si el dinero circula, se acaba la crisis.

lunes, 8 de junio de 2009

Diálogo con un lector improvisado

Diálogo con un lector improvisado (A Pit)

“¿Piensa en sus lectores cuando escribe?”, le preguntan a una famosa escritora. “No –contesta ella–, y espero que nadie se ofenda”.

Yo también quiero jugar a ser entrevistada. A ver…, pregúnteme:
–¿Piensa en sus lectores cuando escribe?
–…

También mi respuesta sería negativa, aunque sospecho que por motivos muy diferentes a los de la famosa escritora. El mío, mi único motivo, la única razón, simple y llanamente, tan a secas como el desierto de Arizona, es… que no tengo lectores. Ja, ja, ja… Es graciosa la respuesta, ¿eh?, pero es una verdad axiomática. Que nadie dude de ella. Mire el contador de esta página un poco más abajo, a la derecha. ¿Cuántas visitas indica? ¿Ciento y pico? Pues le aseguro que las cien primeras son mías y una gran parte del pico…, también.

"Pero entonces…, ¿por qué escribe?", me preguntará. ¡Caray! ¿Vino usted a caer en estas letras por puro azar? Si sí, le aconsejo que visite las entradas El sempiterno agujero negro y De negros y plagios, que allí hallará las respuestas. No me haga repetirme.
–Pero…, oiga…, si usted no tiene lectores…, ¿qué hace hablando conmigo?
–Charlar, naturalmente.
–Pero si yo no existo…
–¡Ay!, amigo…, qué bajo concepto tiene de usted mismo, ¿no?
–Oiga, no me trate de estúpido. Es usted quien lo ha dicho ahí arriba. Lea, lea…: “El mío, mi único motivo, la única razón, simple y llanamente, tan a secas como el desierto de Arizona es… que no tengo lectores”.
–¿Y qué?
–¿Cómo que “y qué”? Que ha admitido no tener lectores.
–Pues me los invento.
–¿Entonces yo soy su fantasía?
–¡Ah!, ¿pero se pensaba real?
–Hombre…
–Calle, calle, ¡por Dios!, no diga tonterías. Además, me aburre ya su conversación.
–Pues eso será culpa suya.
–¿Se me pone gallito el personaje? Mire que lo borro de un plumazo.
–A su merced estoy…
–¡Bah!, apártese un poco… Sí, ahí… Póngase en ese rincón. Si le preciso, ya le traeré de vuelta.

No tengo lectores, no… Ni siquiera en este cuaderno de bitácora abierto a todo el mundo logro que se me lea, pero ¿y qué? ¿Acaso no puedo vivir sin ellos? Tengo…, bueno, tengo taitantos años y hasta ahora no me ha ido mal la vida, de modo que ¿por qué suspirar por algo prescindible?
–Pero…, escuche…, digo yo que algún leedor sí tendrá, ¿no? Algún amigo, la familia…, en fin…
–¿Y usted qué hace aquí de nuevo?
–Perdone la intromisión, pero… percibí en sus palabras un lánguido decaer de…
–¡Pues no me ha salido cursi el tío! Mire que le doy al delete. Vuélvase a su rincón y déjeme sola.

Pero no…, tampoco atesoro cercanías que me lean… Amigos tengo; familia, también; no obstante, cada vez que lo intenté…, siempre me dio la sensación de que lo hacían con desgana. ¿Y para qué, me digo yo, voy a martirizar a nadie con mis chorradas? ¡Puag…, se le quitan las ganas a una…!
–Ese lánguido decaer…
Delete, delete…, ¿dónde demonios está el delete? ¡Ah…, aquí!
–No, por favor, si sigo en mi rincón…
–Pues mantenga la boca cerrada.
–Vale, pero…, oiga…
–Diga.
–Déjeme ser su amigo lector.
–Ya lo es.
–¿Lo soy? ¿Por qué?
–Porque me ha leído.
–¿Quedo pues establecido?
–Lo queda.
–¿Y cómo me voy a llamar?
Al…, será usted mi Al.
–¿Su Al?
–Mi Amigo Lector… Espere…, dudo… ¿No preferiría Qal?
–¿Qal? ¿Qué nombre es ése?
–Mi Querido Amigo Lector.
–Es bonito…
–¿Verdad que sí?
–Pero raro…
–¿Por qué?
–Esa q seguida de la a… no es una estructura muy española.
–Sí…, habría que mejorarlo. Espere…, se me ocurre… Ahora se lleva mucho la k de kilo. ¿Qué tal si le llamo Kal?
–Bien, aunque…
–¿Qué?
–Fonéticamente…, suena a sustancia alquímica.
–Ya…, es verdad… ¡Eureka!
–¿Lo tiene?
–¡Claro!, le añado una r y asunto concluido: Karl. ¿Le gusta así?
–Me gusta cualquier cosa que hagas conmigo…
–¿Me tutea?
–¿No quieres?
–Claro…, no me importa…, al fin y al cabo, ya somos amigos.
–Algo más que amigos…
–Qué rápido vas, Karl, de momento es mejor dejarlo sólo en eso.
–Recuerda que soy tu lector amigo, Pirandella mía.
–Cierto, cierto…
–A partir de ahora, añádele siempre al ciento y pico un +1.
–Me gustas, Karl. Deja ese rincón y vente conmigo.
–Voy.
–Vamos.

domingo, 7 de junio de 2009

¡Tomemos la vida con humor!




Dios nos coja confesados


No copio. ¡Jamás copio! Pero no puedo resistirme a traer al blog esta bella composición y su comentario, tomado todo ello de Foro Liberal en su post titulado: "El futuro luminoso de la Nación española". Lo dicho: demasiado bueno para resistirme. Menos mal que todavía nos queda el humor :-)

En el diván de mi blog

En el diván de mi blog

Observo, no sin cierta tristeza, que mis últimos articulitos han estado dirigidos a cuestiones que poco o nada tienen que ver conmigo, salvo en lo que atañe al pundonor personal de verme atacada, intelectualmente, por supuesto, por cuatro memos (llámense Obama o Gabilondo) que dibujan un mundo desatinado, siempre desde mi perspectiva, claro está.

Últimamente me ocurre que, al despertar por las mañanas, me asaltan interrogantes desalentadores sobre mi propia existencia: qué hago en este mundo, para qué he venido, a dónde voy…; y, en lugar de buscar respuestas que encaucen mi camino, entretengo el poco tiempo del que dispongo en perorar sobre aquellos que están al mando y a los que les importamos un comino.

Supongo que se trata de simple desahogo… Leí el otro día en el blog de un tal Uberum “12 razones para escribir un blog” (enlazo al sitio por si alguien está interesado en consultarlas), entre las cuales traigo hasta aquí la número 3 porque explica el motivo de esos últimos articulitos escritos como reparación a mi intelecto herido. Dice así: «Para aliviar tensiones. O te sientas en el diván del psicoanalista, o te despachas a gusto en tu blog. Muchos amigos agradecerán que no les des la tabarra con este o aquel otro bien pensado argumento. En vez de buscar entre tus colegas a alguien dispuesto a debatir acerca de algún gran problema de alcance mundial, escríbelo en tu blog y descarga allí tu “adrenalina mental”». Pues en eso he andado los últimos días.

Y es que…, cada vez me siento más minúscula e intrascendente para el mundo. Pero, ¡no!, no se trata de un abatimiento personal: de verdad me pregunto a quién le importamos cada uno de los seres de este planeta. A los políticos, no, desde luego; a nuestros jefes o a la empresa para la que trabajamos…, menos; ¿y al común de los mortales…?, tampoco: obsérvese a la gente por la calle: cada uno a lo suyo; como Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como.

Con tanta indiferencia por el mundo (¡gracias, Jesús Neira, por existir y dar ejemplo!), tiene razón Uberum en que va a ser una buena terapia disponer de un blog por el que darse una vueltecita de vez en cuando y soltar lastre.

sábado, 6 de junio de 2009

No, you can't

No, you can’t

No, Mr. Obama, you can’t talk about what you DON’T know. Y por esta razón debería usted abstenerse de proclamar discursitos como el del otro día, en el que dio bombo a una idílica Al-Andalus que nunca existió.

“El Islam tiene una orgullosa tradición de tolerancia. Lo vemos en la historia de Andalucía y Córdoba durante la Inquisición”, escribió para usted un tal Ben Rhodes, un hombre que estudió “Escritura de ficción” en la Universidad de Manhattan y que hace gala de una ignorancia supina al no saber que Córdoba está en Andalucía, por lo que esa estructura copulativa: “Andalucía y Córdoba” es incorrecta.

También es inexacta la mezcla de churras y merinas que realiza su asesor cuando fusiona, con un atrevimiento intelectual que sobrepasa el insulto, Al-Andalus con la Inquisición. En primer lugar, ¿qué Inquisición? ¿La que se crea en Francia en 1230 para reprimir a los cátaros? ¿La de Alemania, la de Polonia, la de Dinamarca, la de Reino Unido… o la de su propio país? ¿O es que en Estados Unidos… no han ido alguna vez a la caza de brujas? No, por supuesto, su asesor se refería a la Inquisición Española, esa que el mundo protestante ha ponderado, con injuriosa generosidad, a fin de desacreditar a la Iglesia Católica (infamante objetivo que cualquier persona discretamente culta conoce). Resulta, pues, grosero e ignominioso que alguien supuestamente tan íntegro como usted eche mano de tal falacia. ¿O será que usted no es más que un consumado analfabeto, incapaz de detectar tamaño error en el discursito que su iletrado asesor le preparó? Por otra parte, ¿sabe usted o su asesor contar con los dedos? ¿No se ha percatado ninguno de los dos del formidable error cronológico que han cometido? ¡Medio milenio! Sí, sí…, ¡¡¡medio milenio hacía que el califato de Córdoba había desaparecido cuando se crea la Inquisición Española!!!

En cuanto a la tolerancia del Islam…, ¿se refiere usted a la que obligó al exilio de Maimónides o del propio Averroes, cuyos libros se quemaban en la idílica Al-Andalus? ¿A la que acabó en el martirio de San Eulogio? ¿O quizá hace usted referencia a la tolerancia con la que el Islam permitía a judíos y cristianos practicar su religión en privado, con la prohibición expresa, bajo pena de muerte, de hacer proselitismo y, por supuesto, todo ello a cambio de pagar un impuesto que los musulmanes no habían de abonar? ¿A cuál de ellas se refiere el Excelentísimo (¿es este su tratamiento?) Presidente de los Estados Unidos de América?

No siento en absoluto, aunque sé de sobra que cometo pecado capital para la progresía mundial, y en especial para la española, estar en desacuerdo con usted, señor Obama, porque gracias a que los Reyes Católicos (perdóneme Su Excelencia que utilice ese ofensivo adjetivo, pero así pasaron a la Historia) expulsaron definitivamente al Islam en 1492, dándole una patada en el trasero a Boabdil, pudo mi país tener Renacimiento e Ilustración (cuánta, por otra parte, necesitaríamos ahora –usted el primero, por cierto).

Durante la infeliz era Bush junior, calzaron a su compatriota y precedente en el puesto con adjetivos de todo tipo y ninguno bonito, al menos en mi país, tan declaradamente anti-yankee hasta que, por obra y gracia del señor Zapatero y sus secuaces mediáticos, Yankeelandia se convirtió en el país de Obama y las maravillas. En el lapso de 5 meses escasos, sin embargo, usted ha demostrado que es al menos, si no más, inculto que su predecesor, sólo que a usted se lo disculpan los cretinos medios de comunicación. Yo no se lo perdono: si en el periodo de aquél se abusó de la expresión neocon para denostar una manera de pensar y gobernar; en este que vivimos, con usted a la cabeza del mundo, no queda otra, visto lo que ha demostrado hasta el momento, que acuñar el término de neoacomplejado, que Su Excelencia (insisto, ¿es éste el tratamiento que debo darle?) ostenta graciosamente sobre su indocta cabeza, señor Barak Husein Obama.

Coda (en prosa): Siento una gran admiración por los Estados Unidos, hasta ahora el único país (quizá junto a la pérfida Albión y el pobre denostado Israel) que no se acomplejaba de ser lo que es. No lo estropeen, por favor.

viernes, 5 de junio de 2009

Del coche de pedales... a los 1.350 €

Del coche de pedales… a los 1.350 €

Lo que va de entonces a ahora… ¡Caray! Debía yo andar por los primeros cursos de la EGB cuando se dio esta conversación entre mi madre y yo:
–Mamá –dije–, mira a Javi Corchero…
Javi Corchero era uno de mis compañeros de clase y vecino nuestro, para más señas. Era un buen estudiante, lo que le había valido un estupendo regalo de sus padres a cuenta de las notas. Mientras la conversación que aquí transcribo se desarrollaba, Javi Corchero pedaleaba feliz en un cochecito, de asiento blanco inmaculado y volante negro, que simulaba ser de carreras. ¡Zum!, pasaba Javi Corchero calle arriba. ¡Zum!, volvía a pasar Javi Corchero, esta vez calle abajo. ¡Cómo me gustaba! ¡Ay, Dios, qué deseo tan fuerte de poseer uno tenía agarrado al corazón!
–¡Mira, mira…! –estábamos en que yo decía–. Ése es el coche que le han regalado por las notas.
–Es muy bonito –contestó mi madre con una parsimonia que contrastaba con los vehementes tirones que yo le estaba arreando a su bolso.
–¿Y por qué… –pregunté a bocajarro– a Javi, que sólo saca notables, le han regalado ese coche y vosotros a mí, que saco sobresalientes, no?
–Porque, hija…, estudiar es tu obligación y no se hacen regalos por cumplir con ella.
Punto en boca. Se acabó la conversación. Nunca tuve mi cochecito de pedales, aunque disfruté el de Javi siempre que éste me lo permitió.

Y hoy en día, ¿qué? Harta estoy de ver alumnos a los que padres irresponsables llenan de regalos a pesar de sus exiguos resultados académicos y su inadmisible comportamiento en clase. Ahí los tenemos, sin dar palo al agua pero interfiriendo, a veces con un exceso que roza lo insufrible, en el trabajo del profesor y de sus compañeros. Sin embargo, no debe de ser suficiente que estos chicos abúlicos alcancen todos sus anhelos (materiales, por supuesto) sin mover un dedo. Tampoco debe de serlo que el contribuyente español sufrague, inútilmente, con sus impuestos el asiento que estos chicos apáticos calientan día tras día con su trasero. No, tampoco debe de serlo. Por ello, quizá, al nuevo Ministro de Educación se le ha ocurrido la feliz idea de remunerarles con 1.350 eurazos de propina si no abandonan el colegio. Se va al traste, pues, justo el mayor de los deseos que tanto los alumnos estudiosos (que ven interrumpida su instrucción por los desmanes con que se comporta el futuro gratificado) como el profesor que lo sufre albergan en su corazón. Ya, por tanto, ni siquiera quedará el leve consuelo de contar en silencio los días que restan para el decimosexto cumpleaños del ganador de la lotería gabilondeña, momento en el cual la ley le permite abandonar las aulas. Todo sea por el bien de las estadísticas del ministro.

Lo que va de ayer a hoy se concreta en el material con que estamos hechos: la solidez de la pasta con que a nosotros nos formaron y la gelatina, sin base sobre la que sustentarse y que lo mismo le da inclinarse a un lado que a otro, con la que hoy fabricamos el soporte sobre el que habrán de sostenerse nuestros niños.

Del cochecito de pedales, hoy a mí me queda un entrañable recuerdo y una lección aprendida: la del significado de obligación. Con los 1.350 euritos que se van a ganar los vándalos y vagos que asolan las aulas, sólo criaremos jetas. ¡Y bien empleado nos estará el futuro que estos caraduras nos traigan! ¡Por necios!

miércoles, 3 de junio de 2009

Aburrimiento

El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento. ERASMO DE ROTTERDAM

martes, 2 de junio de 2009

Llámeme James Joyce, por favor

Llámeme James Joyce, por favor


No soy yo de las que piensan que entre las circunvoluciones de mi cerebro se halla agazapada, dispuesta a saltar a la pantalla del ordenador, la obra que hará temblar al mundo de emoción. Así, de repente…, una mañana me levanto, soy James Joyce y el coñazo del Ulisses está tecleado por arte de birlibirloque en el ordenador.

–¿Cómo? ¿Dijo coñazo? ¡Blasfemia! ¡Anatema! ¡Condenemos este blog a las tinieblas de Internet.

–Sí, he dicho coñazo y lo mantengo.

–¡A la hoguera, a la hoguera!

–¡Pues no me retracto, no!

–¿No?

–No.

–Entonces, al infierno contigo…

–¿? Sigo aquí…

–Aún te damos otra oportunidad. ¡Retráctate!

–No.

–¡Abjura!

–Que no, oye.

–Pues al infierno contigo.

–¿Va a pasar lo mismo que antes?

–No, esta vez va en serio.

–¿En serio?

–Que sí, que va en serio.

–Entonces…, si esta vez va en serio…

–Bueno, ¿te retractas o qué?

–Vale…, si no queda otro remedio… Pero…, e pur si muove.

–¿Qué has dicho tan bajito?

–¿Yo?

–Sí, leñe, tú… ¿Quién va a ser, si no?

–Yo, nada.

–Algo has dicho.

–¡Qué va!

–¡Que sí!

–¡Que no!

–¡Bah…!, vámonos. Éste es un blog muy poco serio. No hay peligro de que nadie venga a leer los ultrajes que se vierten en él.

–Pues, hala…, con viento fresco…

–¿Hay alguien ahí…? ¡Eeeeeeeeeeeooooooooooooo! Vaya…, se fueron… Entonces sigo:


Decía que jamás me ha cruzado el magín la loca idea de creer que albergo en mi interior un genio que un día estallará y dará al mundo una obra de arte y un nombre que clasificar junto a Cervantes, Shakespeare o Dante. ¡Qué va! Lo mío es pura intrascendencia. Lo único que tiene de especial, para mí, naturalmente, es que esa intrascendencia, cualquiera de las bagatelas literarias que nacen de mi cabeza, es mía. Sí, ahí, en ese pronombre posesivo, se encuentra su excepcionalidad, lo que le hace exclusivo.


No hay, pues, deseos de grandeza, ni se ambiciona la fama (¡qué coñazo!), ni voluntad de enriquecimiento. ¿De qué se trata, entonces? Quizá una pizca de halago sí se anhela…, sí…, pero no es imprescindible. Tal vez lo que se busca es…, simplemente…, solaz y… ¡Bah, qué más da!

lunes, 1 de junio de 2009

Confucio

Confucio (Manuel Yánez)

Se trata de una biografía escrita de un modo un tanto extraño. Desde luego, no se parece en nada a ninguna otra biografía de las que he leído.

En líneas generales, no está mal. Sin embargo, no alabo este libro en demasía. No me ha gustado ni me ha enganchado. Por supuesto, se aprenden gran cantidad de anécdotas sobre Confucio y se disfruta con su sabiduría, pero, sinceramente, el libro no merece la pena. Con toda seguridad podrán encontrarse en las librerías otras biografías sobre esta figura tan seductora mucho mejores que la que tratamos aquí hoy.

Belén 2013

Belén 2011